Los cuchillos, en sus inicios, al ser además de un instrumento de corte un instrumento bélico, e incluso un instrumento de pincho (haciendo las funciones de tenedor) tenía en su extremo forma puntiaguda.
El redondeo en su extremo superior, al menos en los cuchillos de mesa, viene de la época de Luis XIII (1601-1643), y más concretamente del conocido y temido Cardenal Armand Jean du Plessis Richelieu (1585-1642).
Los actos sociales organizados por el Cardenal eran conocidos en toda Francia, pero había una cosa que desagradaba de forma notable al Cardenal. El uso, por algunos de sus invitados, del cuchillo como mondadientes y como instrumento de manicura. Y en especial, de su invitado el Canciller Pierre Séguier, habitual en sus fiestas. El Cardenal no soportaba ver como el Canciller utilizaba, con suma destreza, la punta del cuchillo como mondadientes.
Richelieu, sagaz e inteligente, no lo dudó un momento. Ordenó a su servicio que redondease todas las puntas de sus cuchillos para sorpresa de sus invitados.
Pero esta acción no sólo tuvo repercusiones en los banquetes del Cardenal, sino que la idea se fue extendiendo por toda la corte llegando a propagarse poco a poco por todo el mundo.
El redondeo en su extremo superior, al menos en los cuchillos de mesa, viene de la época de Luis XIII (1601-1643), y más concretamente del conocido y temido Cardenal Armand Jean du Plessis Richelieu (1585-1642).
Los actos sociales organizados por el Cardenal eran conocidos en toda Francia, pero había una cosa que desagradaba de forma notable al Cardenal. El uso, por algunos de sus invitados, del cuchillo como mondadientes y como instrumento de manicura. Y en especial, de su invitado el Canciller Pierre Séguier, habitual en sus fiestas. El Cardenal no soportaba ver como el Canciller utilizaba, con suma destreza, la punta del cuchillo como mondadientes.
Richelieu, sagaz e inteligente, no lo dudó un momento. Ordenó a su servicio que redondease todas las puntas de sus cuchillos para sorpresa de sus invitados.
Pero esta acción no sólo tuvo repercusiones en los banquetes del Cardenal, sino que la idea se fue extendiendo por toda la corte llegando a propagarse poco a poco por todo el mundo.
Vayaaa con Richelieu... Tuvo una buena idea ya que no debía ser muy agradable ver como usaban el tenedor como palillo, jajaja... Muy buen post Alicia. Saludos
ResponderEliminarApabullante.
ResponderEliminarEsto es historia y lo demás son tonterías
El cuchillo de punta afilada también es útil para quitarse las legañas :)
Lo curioso es ver que en ciertos restaurantes para la carne, además del cuchillo trinchero (que queda muy mono al lado derecho del plato) te dan aparte un cuchillo chuletero para cortarla, y éste si que tiene punta.
ResponderEliminarCasi que para montar un restaurante sería recomendable, además de cumplimentar con todas las licencias y papeleos que debe comportar abrir un local de estas características, realizar un curso de protocolo que evitara estos errores.