miércoles, 12 de junio de 2013

Protocolo en la entrevista de trabajo


¿Sabe usted qué vestimenta es la adecuada para una entrevista laboral? ¿Qué decir o hacer para dar una buena impresión y no caerle mal a un empleador? El protocolo para entrevistas es una parte importante del éxito de una búsqueda, si bien con frecuencia no es tenido en cuenta.

Hoy en día, por más que el ambiente laboral es más distendido en lo que a vestimenta se refiere, para los empleadores la apariencia sigue pesando lo suyo. Victoria Goñi, Directora de RR.HH. de una empresa de servicios, opina: “Demasiadas personas –tanto jóvenes como de mayor edad– han perdido la noción de lo que es la vestimenta ejecutiva adecuada. La ropa descuidada, demasiado sexy, sucia, arrugada, percudida o desteñida es totalmente inapropiada para un lugar de trabajo”.

Vístase bien y en forma conservadora. Deje en su casa las calzas, el arito para la nariz, la tintura verde para el pelo, los buzos enormes y holgados, las remeras con inscripciones obscenas, el taco aguja, los vaqueros de tiro corto, las polleras micro-mini o la ropa interior a la vista. Según el Gerente de RR.HH. Roberto Rossi, Pretender que el empleador lo ‘acepte a usted tal cual es’ es una actitud genial si su intención es que nunca lo ascendamos o lo contratemos.

Para no tener que estar adivinando a la hora de decidir qué ponerse, vístase un poco más formal que un gerente promedio. Si la mayoría se pone jeans y una camisa sport, use jeans con saco y corbata. Si todos están de saco y corbata, póngase un traje. ¿Todos de traje? Preséntese con su mejor ambo.
La prolijidad es tan importante como la vestimenta adecuada. Lústrese los zapatos. La ropa debe estar limpia y bien planchada, no tiene que quedarle ni grande ni chica. Nada de sietes, agujeros o botones que faltan. El cabello debe estar bien peinado y las uñas limpias y recortadas. Que no se le vaya la mano con el maquillaje o la colonia.

Practique cómo da la mano, cómo mira a su interlocutor y cómo usa su lenguaje corporal. 
Salude al entrevistador con una sonrisa y ofrezca un apretón de manos firme. No hay nada que deje una impresión peor que dar la mano en forma debilucha y con dos dedos. El contacto ocular es fundamental, y transmite la sensación de que tanto usted como su mensaje son creíbles. En la reunión, no se quede sentado estoicamente con expresión ausente. Dará la impresión de “estar en otra” o incluso de estar poco interesado; lo tomarán por parco, aburrido y mecanizado. Sea usted mismo, sonría, mire a los ojos y utilice entonaciones vocales para subrayar lo que dice y ser agradable. Los movimientos, los gestos, la postura y las expresiones del rostro son una parte importante del desempeño general. Una sonrisa sincera envía un mensaje afable que da confianza.

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